Un paseo al comenzar el día. Como llueve a cántaros en casa me calzo unas botas de agua y me pongo un chubasquero amarillo, y de esta guisa me lanzo a la calle a caminar, con el ánimo expectante, por ver hasta dónde soy capaz de mojarme los pies. La calle está tranquila a estas horas. Y me gusta mi caminata matutina, llego hasta un barrio familiar junto al Retiro. Subo por la calle Ibiza y en lugar de llegar hasta Narváez prefiero adentrarme en las calles aledañas, más tranquilas, y voy dando saltitos con mis botas de goma mientras admiro esos edificios antiguos tan hermosos, de cuando las cosas se hacían bien. Y llego a O' Donell y me doy cuenta que ahí mismo está mi origen, en esa calle nací. Me gusta mi calle. Y el barrio entero.
Y llueven gotas azules de un agua cristalina y paraguas de colores vivos y hermosos que pasea la gente con orgullo, algunos sin darse cuenta de la suerte que tienen. Suerte de poder pasear a todas horas con ese agua limpia que les cae encima a borbotones.
Y llueven bollitos de chocolate, y ensaimadas, y tartas de crema y si se oye algún estruendo son fuegos artificiales.
Y llueven niños que pueden permitirse ser caprichosos, a los que no les falta de nada y que son felices y no lo saben.
No saben aún que viven en el mundo del agua, que el agua les rodea por todas partes, que aquí en esta parte del mundo nunca dejará de llover.
Y recuerdo otros mundos más secos, donde no llueve nunca agua limpia. Donde los niños sólo ven arena seca y muerta. Y si oyen estruendos, corren a refugiarse al lugar más escondido, y lloran, y gritan, y no entienden.
No entienden.
Y mueren.
A mí, de pequeño, me encantaba calzarme las botas de goma.Y pisar todos los charcos. Y meterme en todos los barrizales.
ResponderEliminarHoy... no tengo botas de goma, ya. Pero me encantan los bollos de chocolate...
Un abrazo.
:)
Es curioso... hoy mientras paseaba con la perra al lado de las acequias repletas de agua, pensé en aquellos que no tienen ni para beber.
ResponderEliminarEl agua...
Besos, Maria José, qué bien que te vayas soltando y nos escribas esto tan bonito
El agua como metáfora de la abundancia. Y un recuerdo para los niños que mueren en las guerras, en Beirut, por ejemplo. Pero no sé yo si se ha entendido...
ResponderEliminarUn beso, fn. :)
Un beso, Tha!
Lo digo porque soy un pelín torpe a veces con las palabras, que no sé ordenarlas.
ResponderEliminarFn: ¿Y por qué no tienes botas de goma?
Es divertido saltar en los charcos, y seguro que todavía te atreves a hacerlo.
Se entendió :)
ResponderEliminarmuy bonito...te he visto pisando charcos de colores
ResponderEliminarUn beso, guapa
Gracias Pilar! Otro beso para tí. Y ahora me voy al pueblo, a mi patio fresquito. Hasta la vuelta!
ResponderEliminarConjunción interplanetaria: Cobre me dijo que apareciese (yo) por un blog que se llama Mujeres al blog que la hasta entonces desconocida thalatta quería conocerme. Parece que todo el mundo pertenece a ese blog menos yo que para eso soy un tío con bigote y perilla. thalatta resultó tan encantadora como Cobre y como prometía la noche... Hoy saludé en su blog, viendo con sorpresa que una tal maria josé me saluda en el siguiente comentario thalatto...
ResponderEliminarPues nada; saludos bella maria josé para ti tambien!... Esto se va pareciendo a un harem y yo el jeque; claro.
Besos!
Se entendió, MJ.
ResponderEliminarY no tengo botas... pues no sé por qué. Porque el caso es que sigo pisando más de un charco, sí...
Buen fin de semana...
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ResponderEliminarVitore, bienvenido a estas páginas! Te enlazaré y te visitaré de vez en cuando. Eso de ser jeque no es mal oficio, eh?
ResponderEliminarUn beso!
fnaranjo: saludos mañaneros. :)
What a great site »
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