


La tierra por esos lares es de un increible color rojo. Los contrastes en esta época son preciosos.
Lo mismo pasa en la época de la vendimia, y el otoño viste el paisaje de dorados nostálgicos y todo desprende olor a uva, es una gozada.
El mar no está tan lejos...
El camino invita a caminar tranquilamente, con la vista perdida en el lejano horizonte.
!Ay, esta primavera!
!Bienvenido a mi blog, x! Yo también me pasaré por el tuyo, nos vemos por aquí. Gracias y un saludo!
ResponderEliminarAy, qué sitio más tranquilo. Apetece perderse en tus fotos.
ResponderEliminarUn saludo primaveral. Achís.
;)
A cuidarse, ¿eh? Cama, reposo... y música suavita.
ResponderEliminar:)
GRACIAS, gracias, gata, gracias fnaranjo. Me temo que lo de cama y reposo va a ser imposible, aquí estoy trabajando con voz de ultratumba, casi, o de camionero.
ResponderEliminarPlana, plana, si señor. No es fácil saber apreciar un paisaje así, pero tiene su belleza. Y trasmite una sensación que merece la pena experimentar.
ResponderEliminarUn abrazo.