Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela, un velero bergantín: bajel pirata que llaman, por su bravura el Temido, en todo mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar riela, en la lona gime el viento, y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y ve el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado; al otro, Europa; y allá a su frente, Estambul. «Navega, velero mío, sin temor; que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés, y han rendido cien naciones sus pendones a mis pies.» Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza y el viento, mi única patria la mar... |
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