ME AHOGABA!!
29 septiembre 2006
28 septiembre 2006
DESHACIENDO MI CASA
Como un caracol llevo mi casa a cuestas. Voy perdiendo inquilinos por el camino, y buscando otros para poder mantenerla. Muevo los muebles. Me deshago de cargas inútiles, tengo que tirar ropa que ya no necesitamos, tengo que trasladar de lugar mi estantería, y mi cuarto entero. Me llevaré mis cosas a otra habitación con una ventana que da más luz, desde donde podré ver un cacho de cielo por las noches.
Esta vez, la mudanza me cuesta más trabajo que otras veces. Porque la casa se me ha llenado de ausencias. Esa habitación cargada de recuerdos. De voces que añoro. De besos de buenas noches.
Hay otro cuarto que quedó vacío hace mucho más tiempo. Esperando una vuelta que se va aplazando. Ese cuarto ahora lo habitará una persona ajena a esta familia. Le daré la bienvenida, le contaré cómo pasamos las horas en esta casa. Pero no le diré de qué forma me gustaría que su ocupante original regresase, no le diré que me gustaría mucho más, y que en el fondo sigo considerando que esa habitación es y será siempre de él, aunque no esté.
Y tendré que adaptarme...
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Esta vez, la mudanza me cuesta más trabajo que otras veces. Porque la casa se me ha llenado de ausencias. Esa habitación cargada de recuerdos. De voces que añoro. De besos de buenas noches.
Hay otro cuarto que quedó vacío hace mucho más tiempo. Esperando una vuelta que se va aplazando. Ese cuarto ahora lo habitará una persona ajena a esta familia. Le daré la bienvenida, le contaré cómo pasamos las horas en esta casa. Pero no le diré de qué forma me gustaría que su ocupante original regresase, no le diré que me gustaría mucho más, y que en el fondo sigo considerando que esa habitación es y será siempre de él, aunque no esté.
Y tendré que adaptarme...
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27 septiembre 2006
24 septiembre 2006
MI HIJO EL PEQUEÑO SE VA AL MUNDO
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Imagínate
Imagina que no existe el Cielo
es fácil si lo intentas
sin el Infierno debajo nuestro
arriba nuestro, solo el cielo
Imagina a toda la gente
viviendo el hoy...
Imagina que no hay países
no es difícil de hacer
nadie por quien matar o morir
ni tampoco religión
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno
Imagina que no hay posesiones
quisiera saber si puedes
sin necesidad de gula o hambre
una hermandad de hombres
imagínate a toda la gente
compartiendo el mundo
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno
23 septiembre 2006
22 septiembre 2006
20 septiembre 2006
Leer en Otoño
Esta de aquí abajo soy yo, por supuesto:
"viene el otoño, viene dulcemente, el otoño..."
Me han pedido que siga una senda de hojas amarillas.
Con ojos de niña miro hacia atrás e intento recordar.
Como empezando, aún no tengo memoria. O ya no tengo memoria. O la memoria está intentando jugar al escondite conmigo.
Me piden que recuerde historias amables. Historias para leer bajo las hojas doradas del otoño.
Mira a ver, mira a ver...
He leido tanto, y recuerdo tan mal.
"Y trae un triste adiós
volando en el viento
con todas sus hojas doradas."
"viene el otoño, viene dulcemente, el otoño..."
Me han pedido que siga una senda de hojas amarillas.
Con ojos de niña miro hacia atrás e intento recordar.
Como empezando, aún no tengo memoria. O ya no tengo memoria. O la memoria está intentando jugar al escondite conmigo.
Me piden que recuerde historias amables. Historias para leer bajo las hojas doradas del otoño.
Mira a ver, mira a ver...
He leido tanto, y recuerdo tan mal.
"Y trae un triste adiós
volando en el viento
con todas sus hojas doradas."
Lecturas otoñales
.....Tomanes Verdes Fritos en el café de Whistle Stop....Fannie Flagg
......Chocolat.......................Joan Harris
......Las Nieblas de Avalon...................................Marion Zimmer Bradley
Una niña no sabe dar razones, sólo siente.
......Chocolat.......................Joan Harris
......Las Nieblas de Avalon...................................Marion Zimmer Bradley
Son lecturas dulces para este otoño...
Tal vez algún madrugador se de cuenta de una actualización que he hecho, y es que estos días me ronda un sueño por la cabeza, y tiene mucho que ver con las dos primeras novelas que hay más arriba señaladas...
Tal vez algún madrugador se de cuenta de una actualización que he hecho, y es que estos días me ronda un sueño por la cabeza, y tiene mucho que ver con las dos primeras novelas que hay más arriba señaladas...
(Por lo menos, a estas horas)
Mis ojos
Yo miro así desde pequeña. Miro la vida a mi alrededor. Siempre desde abajo, eso sí. Oteo el horizonte en busca de algo interesante que siempre acabo encontrando.
A veces lo que veo me asombra. A veces me emociona. Otras veces me crispa los nervios. Son gajes del oficio. Lo bueno y lo malo. Lo grandioso y lo mezquino. Lo hermoso, lo tierno, lo divertido, lo triste, lo inevitable, lo inesperado, lo aburrido, lo inacabable. Lo que no tiene fin. Lo efímero. El tiempo, ese carrusel que nos lleva veloz y del que no podemos escapar.
El tiempo que nos cambia y nos zarandea y nos va colocando en mundos distintos y paralelos.
Las sorpresas. El olvido. La distancia. La muerte que nos roba seres que hemos amado.
La emoción, el ansia, la noche y el día.
El amanecer. El ocaso. El mar. El viento. La lluvia. La sonrisa y el abrazo y el éxtasis y la angustia. La tristeza. Los sueños amables. El despertar. Las manos que acarician. El juego y las miradas y los silencios. Y los gritos de júbilo, y los gritos desesperados. El llanto.
La risa. Los besos. Las despedidas.
La música.
Hasta mañana.
Estoy un poco rara, hoy.
COSAS VEREDES
Donde trabajo se muere una de desesperación a veces. A veces todo es tan lamentable que cualquier cosita que se aleje de la rutina puede parecer una fiesta. Y a veces ocurren cosas asombrosas. Son taaaan monas las niñas que trabajan allí...
Hace unos días ocurrió algo que me dejó perpleja, y por cierto, bastante preocupada por la salud mental de todas las que allí trabajamos (digo todas porque hay gran mayoría de mujeres, con el consiguiente peligro de acabar tirandonos de los pelos cuando el aburrimiento nos hace mella). Fué en el cuarto de baño. En el tal cuarto de baño, como es natural, hay varios excusados con su taza correspondiente. Cuando entré lo hice al tiempo que una compañera con la que iba yo cambiando impresiones, del tipo "parece que hoy hace menos calor, no crees?", y cosas por el estilo. Ella se metió en uno de los wáteres de suerte que en el de al lado había una amiga suya que la había oído hablar, y esto fue lo que oí a continuación:
-¡Gertrudis! ¿Estás meandoooo?
-Si!
- ¡Qué buen rollo, tiiiiiaaa!
Llevo dos o tres días pensando en esa conversación.
Aún me tiene intrigada. No sé... Preocupada, creo...
Hace unos días ocurrió algo que me dejó perpleja, y por cierto, bastante preocupada por la salud mental de todas las que allí trabajamos (digo todas porque hay gran mayoría de mujeres, con el consiguiente peligro de acabar tirandonos de los pelos cuando el aburrimiento nos hace mella). Fué en el cuarto de baño. En el tal cuarto de baño, como es natural, hay varios excusados con su taza correspondiente. Cuando entré lo hice al tiempo que una compañera con la que iba yo cambiando impresiones, del tipo "parece que hoy hace menos calor, no crees?", y cosas por el estilo. Ella se metió en uno de los wáteres de suerte que en el de al lado había una amiga suya que la había oído hablar, y esto fue lo que oí a continuación:
-¡Gertrudis! ¿Estás meandoooo?
-Si!
- ¡Qué buen rollo, tiiiiiaaa!
Llevo dos o tres días pensando en esa conversación.
Aún me tiene intrigada. No sé... Preocupada, creo...
19 septiembre 2006
15 septiembre 2006
YO
-Mariajo
...
-Mariajo!
...
-MARIAJOOO!
-Qué?
-Deja ya de escribir sobre el mar, que te pones pesada.
-Ay, déjame, que me gusta...
-Pero, ¿no ves que eres incapaz de escribir como antes?
.-¿Como cuando?
-Pues como escribías cuando lo hacías para tí sola.
-Ay, eso ya lo sé, pero qué se le va a hacer!
-¿Cómo que que se le va a hacer? Pues dejarte de tonterías y escribir para tí sola otra vez.
-Si, claro, y qué hago con el blog?
-Pues cierralo de una vez y escríbete un diario y guardalo para ti como has hecho siempre. O cuenta otras cosas que le puedan interesar a la gente, que no se te aburran.
-CALLATE DE UNA VEZ
-O escribe de otra manera, que parece que te has caido de un guindo, vaya imagen que estás dando.
-Escribo como me sale de las narices.
-Eso es mentira y gorda, escribes así porque no tienes huevos.
-Pues claro que no los tengo, ahora te enteras?
-Eres imposible, Mariajo.
-Me estás cargando, déjame en paz de una vez.
-Sabes que no lo haré.
Ya me confundo.
Y no sé cuál soy de las dos.
Y creo que tengo un problema que tendré que solucionar.
Ya no leo apenas. Esto me tiene atrapada y no me lleva a ningún sitio.
Miro las cosas como si las estuviera escribiendo y las horas pasan. Se van volando y estoy atada
aquí viviendo lo que siempre les he reprochado a mis hijos.
Pero ahora les comprendo mejor.
Cuando aprenda a superarlo, sabré contarles como hacerlo.
-Mariajo
-Qué
-Eso no tiene nada que ver con la cuestión.
-Bueno, y qué, dejame que desvaríe un poco...
Después
Ando rondando por mi habitación esperando la inspiración última que me ayude a explayarme, a contar las cosas que me han ido rondando por la cabeza estos últimos días, me alejo un poco y vuelvo, y no puedo, y no quiero... No encuentro el momento en que de repente sepa como expresar todo eso en palabras.
Pero ha sido un verano largo y caluroso, y poco a poco la apatía me estaba aplastando, y mi cuerpo estaba como dormido y sin deseos, aletargado, así como replegado en sí mismo. Y yo como dentro de una burbuja, nada receptiva, un poco perdida...
Atravesé el desierto en esa tierra sorprendente y el sol quemaba, y el coche no tenía aire acondicionado. Y llegamos al mar y enseguida la humedad suavizó mi piel resquebrajada y seca de tanto tiempo.
Impaciencia. Nada más sentir ese olor a agua salada. El agua que me llamaba de lejos.
Y al anochecer nos dimos el primer baño mientras la luna asomaba entre los cerros pelados de San José.
A la mañana siguiente, temprano, nos fuimos al encuentro de esas playas increíbles a las que se llega por un camino de tierra que te encuentras de pronto serpenteando en un desierto como de Africa...
Y allí estaba ese mar enorme y las olas de pronto atrayéndome como un imán y sin pensarlo más me sumergí entre las olas y me encontré otra vez con ese mundo irresistible, y mientras las olas me zarandeaban me puse a cantar como una loca y gritaba !VEN MAR! y la apatía desapareció de pronto, y el mar me despertó los sentidos, y por la tarde hicimos el amor como hacía tiempo, con esa fuerza que hasta entonces me faltaba y después respiré hondo y le dije
El mar me sienta bien...
el mar me sienta bien...
Y no podía dejar de sonreír.
Pero ha sido un verano largo y caluroso, y poco a poco la apatía me estaba aplastando, y mi cuerpo estaba como dormido y sin deseos, aletargado, así como replegado en sí mismo. Y yo como dentro de una burbuja, nada receptiva, un poco perdida...
Atravesé el desierto en esa tierra sorprendente y el sol quemaba, y el coche no tenía aire acondicionado. Y llegamos al mar y enseguida la humedad suavizó mi piel resquebrajada y seca de tanto tiempo.
Impaciencia. Nada más sentir ese olor a agua salada. El agua que me llamaba de lejos.
Y al anochecer nos dimos el primer baño mientras la luna asomaba entre los cerros pelados de San José.
A la mañana siguiente, temprano, nos fuimos al encuentro de esas playas increíbles a las que se llega por un camino de tierra que te encuentras de pronto serpenteando en un desierto como de Africa...
Y allí estaba ese mar enorme y las olas de pronto atrayéndome como un imán y sin pensarlo más me sumergí entre las olas y me encontré otra vez con ese mundo irresistible, y mientras las olas me zarandeaban me puse a cantar como una loca y gritaba !VEN MAR! y la apatía desapareció de pronto, y el mar me despertó los sentidos, y por la tarde hicimos el amor como hacía tiempo, con esa fuerza que hasta entonces me faltaba y después respiré hondo y le dije
El mar me sienta bien...
el mar me sienta bien...
Y no podía dejar de sonreír.
el agua como un cristal
14 septiembre 2006
brisa
Ando rondando por mi habitación esperando la inspiración última que me ayude a explayarme, a contar las cosas que me han ido rondando por la cabeza estos últimos días, me alejo un poco y vuelvo, y no puedo, y no me atrevo... No encuentro el momento en que de repente sepa como expresar todo eso en palabras.
Pero ha sido un verano largo y caluroso, y poco a poco la apatía me estaba aplastando, y mi cuerpo estaba como dormido y sin deseos, aletargado, así como replegado en sí mismo. Y yo como dentro de una burbuja, nada receptiva, un poco perdida...
Atravesé el desierto en esa tierra sorprendente y el sol quemaba, y el coche no tenía aire acondicionado. Y llegamos al mar y enseguida la humedad suavizó mi piel resquebrajada y seca de tanto tiempo.
Impaciencia. Nada más sentir ese olor a agua salada. El agua que me llamaba de lejos.
Y al anochecer nos dimos el primer baño mientras la luna asomaba entre los cerros pelados de San José.
A la mañana siguiente, temprano, nos fuimos al encuentro de esas playas increíbles a las que se llega por un camino de tierra que te encuentras de pronto serpenteando en un desierto como de Africa...
Y allí estaba ese mar enorme y las olas de pronto atrayéndome como un imán y sin pensarlo más me sumergí entre las olas y me encontré otra vez con ese mundo irresistible y mientras las olas me zarandeaban me puse a cantar como una loca y gritaba !VEN MAR! y la apatía desapareció de pronto y el mar me despertó los sentidos y por la tarde hicimos el amor como hacía tiempo, con esa fuerza que hasta entonces me faltaba y después respiré hondo y le dije
EL MAR ME SIENTA BIEN...
el mar me sienta bien...
Y no podía dejar de sonreír.
Pero ha sido un verano largo y caluroso, y poco a poco la apatía me estaba aplastando, y mi cuerpo estaba como dormido y sin deseos, aletargado, así como replegado en sí mismo. Y yo como dentro de una burbuja, nada receptiva, un poco perdida...
Atravesé el desierto en esa tierra sorprendente y el sol quemaba, y el coche no tenía aire acondicionado. Y llegamos al mar y enseguida la humedad suavizó mi piel resquebrajada y seca de tanto tiempo.
Impaciencia. Nada más sentir ese olor a agua salada. El agua que me llamaba de lejos.
Y al anochecer nos dimos el primer baño mientras la luna asomaba entre los cerros pelados de San José.
A la mañana siguiente, temprano, nos fuimos al encuentro de esas playas increíbles a las que se llega por un camino de tierra que te encuentras de pronto serpenteando en un desierto como de Africa...
Y allí estaba ese mar enorme y las olas de pronto atrayéndome como un imán y sin pensarlo más me sumergí entre las olas y me encontré otra vez con ese mundo irresistible y mientras las olas me zarandeaban me puse a cantar como una loca y gritaba !VEN MAR! y la apatía desapareció de pronto y el mar me despertó los sentidos y por la tarde hicimos el amor como hacía tiempo, con esa fuerza que hasta entonces me faltaba y después respiré hondo y le dije
EL MAR ME SIENTA BIEN...
el mar me sienta bien...
Y no podía dejar de sonreír.
13 septiembre 2006
Tengo una crisis de esas que llaman postvacacional, creo. Ando perdida por los rincones de esta casa y no soy capaz de centrarme. Quiero escribir pero no escribo. Quiero leer pero ahí está el libro muerto de risa. Debería poner orden en esta casa vieja y en mi vida entera pero me quedo parada y bloqueada y por primera vez en mucho tiempo me parece ¡que estoy aburrida!. Se me va la tarde y se pierde sin pena ni gloria y me niego a pararme a recordar mi viaje, me da una pereza enorme porque este lugar donde ahora estoy es tan distinto, y todo está tan lejos...
Ha llegado el otoño ya. Mi hijo pequeño está preparando el equipaje y pronto se irá de casa. El mayor ya se fué hace demasiado tiempo, y yo aquí me quedo y tengo que replantearme todo.
Qué hacer ahora que no estaré atada a nadie. Al menos nadie que me reclame claramente a su lado. Nadie a quien tenga que arrastrar tras de mí.
Y podría. Podría contarlo.
El coche que llevábamos no tiene aire acondicionado. Salimos a las nueve de la mañana, por ver si burlábamos un poco al sol. Teníamos cinco horas de viaje por delante. Al principio era un gusto, el fresquito de la mañana entrando por la ventanilla abierta... El fresquito que se acabó nada más pasar Despeñaperros, y entonces el calor empezó a picar con rabia y pensé que me moriría asfixiada...
Sobreviví.
Ha llegado el otoño ya. Mi hijo pequeño está preparando el equipaje y pronto se irá de casa. El mayor ya se fué hace demasiado tiempo, y yo aquí me quedo y tengo que replantearme todo.
Qué hacer ahora que no estaré atada a nadie. Al menos nadie que me reclame claramente a su lado. Nadie a quien tenga que arrastrar tras de mí.
Y podría. Podría contarlo.
El coche que llevábamos no tiene aire acondicionado. Salimos a las nueve de la mañana, por ver si burlábamos un poco al sol. Teníamos cinco horas de viaje por delante. Al principio era un gusto, el fresquito de la mañana entrando por la ventanilla abierta... El fresquito que se acabó nada más pasar Despeñaperros, y entonces el calor empezó a picar con rabia y pensé que me moriría asfixiada...
Sobreviví.
12 septiembre 2006
y esa de antes era la entrada 100
Y podría escribir la historia de ese viaje. Que me ha llevado a mundos mágicos y el azul del mar se me ha metido en los ojos y no sé cómo empezar y en el agua que me ha envuelto he volado como si en el aire estuviera. Y en el aire queda flotando la canción que me puse a cantar a voz en grito mientras las olas me llevaban, y nadé entre peces que me buscaban como si fuera una de ellos y sólo me faltaba una cola de pez y una melena rizada ondeando entre las aguas...
Desvarío y ahora estoy otra vez aquí y aquí me pierdo y añoro ese desierto hermoso que sigue allí sin mí. Y volveré,espero, porque el viaje se me ha quedado a medias y quiero resarcirme. Y ya contaré más cosas, que quiero yo contar más cosas para que no se pierdan en el vacío del olvido.
Sólo que no sé cuando, porque el tiempo se me escapa, se me escapa...
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