11 octubre 2006
DORADOS
Lua estaba confusa. No sabía bien lo que tenía que hacer a continuación. Se fue quitando la ropa con la mirada perdida entre los muebles y los rastros de la alucinación, caminó despacio y se dirigió hacia el cuarto de baño, abrió el grifo del agua caliente y cuando el vapor ya había cubierto toda la estancia se metió bajo la ducha y dejó que el agua la fuese inundando, la fuese despejando poco a poco, y así permaneció por minutos que se deslizaban lentos e inacabables entre sus dedos. Los ojos cerrados, los brazos inmóviles a lo largo de su cuerpo aletargado.
Tenía que hacer algo a continuación, no sabía bien qué. Y sin saberlo apagó el grifo y mojada como estaba fue dejando un rastro de charcos a lo largo de todo el pasillo, sonámbula, como autómata.
Se acercó a la ventana abierta y miró a la calle. Y entonces el sol la llenó de una luz dorada que acabó de despertarla, el cabello mojado reflejando el brillo ámbar de la mañana. Y así permaneció absorviendo el calor amable y la brisa que la acariciaba, que la fue secando poco a poco, y en el instante en que la última gota de agua de su piel había desaparecido tomó conciencia de su realidad.
Había perdido un vuelo. En la ciudad lejana, los que la esperaban ya se estarían preguntando qué había sido de ella. Empezarían a indagar, llamarían a España para intentar localizarla, y al final la encontrarían, y todos sabrían ya que seguía en casa, y vendrían a importunarla. Y ella ahora no quería que la importunasen. Quería desaparecer un tiempo, perderse entre los más escondidos rincones de su ciudad y pensar en su vida. Porque Lua no podía proseguir en el mismo punto en que había dejado las cosas. Todo era ahora distinto, algo la había cambiado y ya no era la misma. Ya no era ella. Era un color cambiante que la transformaba en cada momento. Y pensó que le vendría bien ahora ser un camaleón, camuflarse en los contornos de las cosas, como si no existiera. Hasta que recuperase la calma.
Se alejó de la ventana y reparó entonces en el teléfono que aún permanecía en el suelo, callado, muy callado y muy azul. Azul noche. Azul noche como la noche que se le había escapado para siempre.
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Creo que esta parte tendré que corregirla un poco...
ResponderEliminarTengo tanto sueño ahora!
Entonces me espero a mañana para dejart el comentario?, hagas cambios o no está genial, como siempre.
ResponderEliminarDescansa preciosa
Lua no sufre, está confusa, algo noqueada, espectante, pero no sufre.
ResponderEliminar¿Qué hará Lua a partir de ahora?
Que susto, por un momento la veía tran triste, rara, que pensé que iba a volar.
ResponderEliminarEs así a veces, nos vemos diferentes, capaces de cambiar de rumbo en un segundo. Un día al mirarte en el espejo ves que no eres la misma y ha llegado la hora de ser otra...
A mí me gusta cómo está. Me gusta esa imagen de ella toda mojada, dejando el suelo empapado, como ella, buscando el sol y llenándose de él...me gusta, esa sensación es única.
ResponderEliminarSigo a la espera del próximo capítulo.
Un beso, mariajo
No sé si te has propuesto escribir más relatos sobre Lua. Es lo grande que tiene ser libre en los blogs (bueno y en la vida) que Lua y tú decidiréis qué hacer...
ResponderEliminarBesos.
P.D. Por cierto; me gusta leer sobre Lua a la vez que escucho la música elegida para el post correspondiente. Muy acertado.
Mira guapita la proxima vez no me pongas ventanas delante de personajes confusos que no tiene uno el marcapasos para estos tragos.
ResponderEliminarY por fastidiar en plan venganza lo de poner a esa pobre en toda la corriente recien salida del baño caliente....a mi me mata desde luego.
Buenísimo fin de semana para ti y para Lula. Como se constipe te vas a enterar...
Mira MH, guapetón, me has hecho reír tanto que ahora no puedo trabajar y me parece que la pobre Lua se va a resentir de esto...!la estoy oyendo estornudar! Uy uy uy...
ResponderEliminarY un beso para todos los demás que luego os contestaré más despacio.
(Estoy en el trabajo)
Me gustó mucho esta historia. Voy a seguir buceando por tus otros post. Besos
ResponderEliminarme gusta así .... que bien escribes nena
ResponderEliminarun beso
Nostalgias y soledades a flor de piel navegando por sueños imposibles, diría yo!
ResponderEliminarGracias por tu compañía y palabras en mi espacio.
Un abrazo :)
Cobre: menos mal que no te esperaste, porque al final, ni corrección ni nada. Pasao mañana es miércoles, eh?
ResponderEliminarA pesar: Lua no sufre; maquina...
María Manuela: lo que escribimos, conscientemente o no, siempre acaba reflejando algo de nosotros.
Pilar: gracias, habrá próximo capítulo, aunque me cueste. Es un reto.
Vito: pasao mañana es miercoles. Me alegro que te guste la elección de la música, tiene su punto no?
Mh: ya te contesté.
Bohemia me alegra verte por aquí, un beso!
Lolita: gracias paisana, lo mismo digo!
Glauca: gracias a tí por pasarte por mi refugio...
Besos para todos. Y bueno, que es lunes... ánimo!!
Que bien que esto lleve su marcha, a mi me encanta eso de la ventana y las gotas y el sol y todo, vamos que todas somos Lua :)
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