Duele.
Las cosas no son ni blancas ni negras del todo. En el medio hay una gama de colores enorme como un arco iris.
Nos va haciendo nuestra historia. Las cosas que vivimos. En mi caso, creo que aún creo en utopías, aunque en el fondo sepa que lo son. Y que un mundo así por más que sea deseable nunca existirá. Habría que creer en la Humanidad mucho más para convencerse de lo contrario.
Y la realidad es que somos una especie destructiva. Corrosiva. Acabaremos con el planeta, que ya sufre y se resiente. Y se defiende, eso lo estamos viendo cada día. Y acabaremos los unos con los otros, "el hombre es un lobo para el hombre".
No se trata de cerrar los ojos. Se trata de desear que la libertad y la paz fuese realmente una prioridad para todos. Y no lo es. Parece que nunca lo ha sido.
Y por supuesto esto crea la necesidad de defenderse. Y esto lo admito. Defenderse. Pero no ser el primero en empuñar las armas. No ser los primeros. Que nadie quisiera serlo.
Una misión de paz no tiene sentido si se empuña un fusil.
Esta tarde estoy en casa. Va haciendo calor.
Todo va cambiando.
Y esta noche soñé que volaba. Me hace sentir bien. Trascender a lo cotidiano, ascender a un estado espiritual superior... No sé lo que significa, pero es igual. Cuando ocurre, invariablemente me siento mejor.
No consigo dejar de ser una niña.
Las utopías algún día dejan de serlo. Y deja que te cambie una frase, no "acabaremos con el planeta", "podemos acabar con el planeta", no creas que somos tan poderosos como para ponernos por encima de la Gran Madre.
ResponderEliminar¡Qué hermoso sueño, volar...! seguro que has hecho algún viaje astral, en algún momento recuerda visitarme :)
¡¡Un abrazo bien apretao!!!