03 agosto 2007

El juego de la cerilla ( un recuerdo de los años inocentes )




A los 12 años yo tenía una pandilla de amigos bastante maja. Nos reuníamos en la plaza a contarnos chistes. Éramos tímidas nosotras con ellos, y ellos con nosotras, los chistes eran una manera de aligerar tensiones... Y el juego de la cerilla era otro. Consistía básicamente en encender una cerilla y pasarla de mano en mano hasta que a alguien se le apagaba. Y entonces a ese alguien le tocaba pagar una prenda o responder a una pregunta. Y ya se sabe, a esa edad, los chicos un poco atolondrados siempre pedían besos, las chicas se interesaban más por saber... y la pregunta casi siempre era: ¿quién te gusta? Y había que responder!
Una tarde la cerilla se le apagó al chico que por aquél entonces yo consideraba mi príncipe azul (éramos bastante cursis en aquellos tiempos). El muchacho nombró a otra que no era yo. Qué decepción. Pero después se le apagó a otro, y este, colorado hasta las orejas, respondió: me gusta Mariajo... Ni que decir tiene que en aquél momento mi príncipe azul pasó a ser él definitivamente y sin lugar a dudas. Así que cuando aquél fósforo de la suerte se apagó en mis manos yo dije bien alto: Me gusta Pablo! (Por ejemplo, ejem...)
Aquello fue el principio de una relación que duró seis laaargos años. Qué recuerdos tan tiernos...
Pensé que sería para toda la vida, pero eso es otra historia.
La que ahora me ocupa es la historia de aquellos primeros tímidos pasos. El primer beso sentados en el escalón de entrada a una casa en el campo donde pasábamos las tardes. Y aquella tarde era una tarde de otoño dorada y preciosa. Y estábamos solos y él me dijo: ¿puedo darte un beso? Yo respondí que sí encantada ( lo estaba deseando). Y él entonces puso sus labios sobre los míos y allí se recreó tranquilamente hasta que empecé a notar una humedad extraña que al principio no reconocí como su lengua, que era eso lo que se estaba introduciendo en mi boca, pillándome desprevenida (yo no tenía ni idea de que los besos se daban con lengua...) Me hizo cosquillas. Empecé a reírme y me separé de él y le espeté: pero qué haces? Él, paciente, me dijo que era así como se hacía. Dejé de reírme, le miré despacio y le dije: pues empieza otra vez, que me gusta....
Siempre me ha gustado.




Notita final: esto lo he escrito yo,
y sólo yo, por si hubiera dudas...

13 comentarios:

  1. Vaya, me has hecho recordar...los juegos de adolescencia: las cerillas, las prendecitas...Los amores de verano...

    Ayer mismo me crucé con unas adolescentes de esas modernitas, bronceadas y llenas de vitalidad... charlando a gritos de los niños que les gustaban (como en otro tiempo hacíamos nosotras)...qué envidia me dieron.

    No sólo las bicicletas son para el verano...

    Pregunta cotilla: has vuelto a ver a ese primer amor???

    ResponderEliminar
  2. No las había, Mariajo.

    De mayor quiero ser como tú.

    Un besito inocente.

    ResponderEliminar
  3. Notita inicial: me encanta como escribes y lo q cuentas, nenita.
    Esos años, esas primeras experiencias, los juegos, los nervios, las miradas huidizas y mas mejillas colorás.... ay cómo molaban esos años!. Bueno, yo casi casi estoy todavía en esa época... ¿cuela? ;).
    Besazos, ojazos mios!, q me voy mañana al pueblo con las cabras y estaré allí unas semanas. Cuídate y disfruta de tu Madrid.

    ResponderEliminar
  4. Bonitos y muy tiernos recuerdos de cuando la vida era más fácil...

    ResponderEliminar
  5. ¿por qué habría de dudar nadie de la autoría de tu historia?. !Anda anda! ;).

    ResponderEliminar
  6. Oye que tierno ¿no?
    Gracias por la visita
    :))

    ResponderEliminar
  7. En fin...las cosas de la técnica y de mi torpeza esa m que ha comentado antes soy yo e-catarsis...ains que desastre soy ¿y yo qué demonios sé si tengo una cuenta en google?
    :))

    ResponderEliminar
  8. Me ha encantado la historia y la forma de contarla... qué tiempos aquellos...
    Beso!

    ResponderEliminar
  9. ayyyyy (suspiro muy largo y muy...)
    ayyyyyyyyyyyyyy

    Besosss que vengo con mucho retraso, que he estado así como ida...

    (P.D.- ¿autoría? ¿¿pero quién duda???, ¡amos hombre!!)

    ResponderEliminar
  10. Precioso, me ha parecido precioso tal como lo has contado. Y me has hecho recordar mi primer beso. Yo también reaccioné igual... qué inocentes éramos, ¿eh?

    Un saludo

    ResponderEliminar
  11. Siempre me ha gustado a mi tambien! ♥
    :)
    Que lindo!

    ResponderEliminar
  12. Yo no conocí este juego de la cerilla. En mi pandilla eramos tan brutos que seguro que se hubiera quemado más de uno.
    Nuestros juego de cerillas eran tan solo juegos de lógica.
    Un saludo

    ResponderEliminar