31 enero 2008

VESTIDOS VESTIDOS VESTIDOS



Clotilde vivía de las compras. Respiraba comprando, su vida era ir de tiendas, oler la ropa nueva colgada en sus perchas, acariciar los tejidos suaves como la piel de un melocotón, o ásperos como la tela de las cortinas. Comprar era su afán primero, su sueño, su meta diaria, sus buenos días y sus buenas noches.
En los grandes almacenes su felicidad llegaba al éxtasis. Pasábase horas y horas probándose trajes y blusas y faldas y vestidos de fiesta con lentejuelas, y sujetadores y bragas, y zapatos y sombreros y bufandas y guantes y boinas y abrigos y chubasqueros y todo lo habido y por haber, y todo lo cosido y pegado y remendado. Y compraba y compraba, y se llevaba a su casa con la excusa de probarse cientos de prendas que al día siguiente devolvía enseñando religiosamente el tiket de rigor, para que no hubiera dudas.
Lo malo era que nada le quedaba bien. No era una excusa para devolver la ropa, era verdad. Aparte, claro, de que no podría permitirse pagar toda esa mercancía... No era una excusa. Era que no estaba hecha ella con las hechuras apropiadas para encasquetarse toda esa maravilla, en su cuerpo pequeño y desproporcionado. En realidad ni pequeño ni desproporcionado, si no sencillamente normal, uno de tantos, del montón.
Cuando se enteró el último domingo que así, sin venir a cuento, abrían el corte inglés de preciados, no lo dudó, se puso loca de contenta por encontrar un día extra de tiendas, así de repente, como un regalo. Y madrugó. Y allá que se fue ella de mañana a recorrer ese santuario, y allí se quedó, siete horas de reloj completas. Y sólo se permitió salir media hora de nada para comer un poco, porque se dio cuenta que el hambre hacía crujir sus tripas, y porque un mareo muy raro la tenía como en las nubes, y ya le dolía la cabeza. Y después del refrigerio se sintió un poco mejor y volvió a subir aquellas escaleras mecánicas tan bonitas, y siguió probándose chaquetas y faldas y pantalones, sin tregua y sin descanso, hasta que todo se volvió negro, negro, negrísimo, y ya no sintió nada, ni siquiera frío...
Y allí, a las 10 de la noche se la encontró, tiesa como un palo, la última empleada que recogía perchas por los probadores.

24 enero 2008

Efectos secundarios

A veces... el negro se queda.
Hoy se queda. Ya se irá un día cercano, pero no hoy.
Hoy, que aún ando esperando, me siento un poco plof, un poco inútil, un poco cansada. Bueno todos nos sentimos así de vez en cuando, cuando todo nos pesa, nos supera. Cuando no sabemos cómo resolver las cosas ni hacia dónde vamos.
Aprendo despacio. Puede que desaprenda un poco cada día, el camino es difícil. Se van las cosas, y las gentes. Y queda el cansancio. Un pensar que no puedes más. Una cuesta empinada, una tormenta en lugar de la calma que deseas.
Ay, el desánimo! Los días que se escapan. Asumir fracasos. Mostrarse indiferente y ajeno a la realidad, como si no te importara, hasta que un día te das cuenta de todo. O no de todo. De algo al menos, intuyes que esto no va bien. Y sabes que lo saben, y no puedes hacer nada, porque no tienes medios. O estás demasiado cansada para utilizar los que tienes, o ya no confías en tus fuerzas, o yo qué sé...
Tampoco sé por qué escribo aquí estas cosas, debe ser para enfrentarme a ellas y darles consistencia, que no se queden sólo en pensamientos embutidos en mi cabeza. Ni sé qué pensaran las gentes que por aquí se pasen, sobre todo las gentes cercanas que lleguen aquí, y se pregunten pero qué le pasa a esta mujer, por dios, cómo se atreve a escribir sus cosas y que cualquier hijo de vecino pueda venir a leerlas, pues yo qué sé... Así es la cosa. No tiene importancia.
A mi me sirve. De algo. Un desahogo, o algo parecido....
Y lo dejo ya, que desvarío.
Deben ser los efectos de las vacunas.
En fin.

21 enero 2008

Color negro

A veces, y sólo por un rato, se ven las cosas de color negro. Negro como el tizón. Pero incluso ese color puede ser alegre, según el ánimo con el que se mire.
Y elegante. A veces es elegante. Sobrio.
Puede ser también travieso. Una pequeña broma.
A veces, a mitad del camino encuentras una cuesta empinada. Y piensas: Qué trabajosa!
Pero si no miras mucho hacia el horizonte, cuando menos te lo esperas la cuesta se ha acabado.
Y ha sido sólo un pequeño escollo en el camino.
Si cierras los ojos ves el color negro que lo ocupa todo. Pero algunas veces, si esperas un poco, ese color de pronto se vuelve rojo, incluso pueden de repente aparecer formas geométricas, dentro del rojo intenso y luminoso, incluso con los ojos cerrados, sí.
El aire a veces se niega a inundar tus pulmones. Y tienes sueño. Un sueño pesado e impaciente.
Pero siempre amanece. Y llega la luz. La luz y el oxígeno, alegrándote la vida.

20 enero 2008

MALETAS



Qué se lleva una a las Américas, dios mio?
Maletas. Hay que hacer las maletas. Y dirán ustedes: no es tan difícil, a ver, a dónde vas? Estamos en invierno, pues se lleva una ropa de invierno. ¿Acaso es verano? Pues fácil, ya está: ropa ligera, un bañador, unas chanclas, crema para el sol...No es tan complicado!
No es tan complicado.
Vayamos por partes. Donde yo voy es invierno. Hace frío y llueve. Aunque quizá no tanto. Por la noche un clima primaveral, por la noche frío...
Pero donde yo voy también es verano. Hace un calor horroroso, los rayos del sol caen perpendicularmente sobre la cabeza, hay mosquitos enormes que pueden picarte y debes protegerte de ellos.
Hay playas tropicales.
Hay bosques, y hay nieve. Y montañas.
Hay volcanes en erupción, y hay que andar por la selva. Se necesitan prismáticos, unas botas de goma para andar por los charcos, unos pantalones ligeros y cómodos.
Hay muchas cosas que ver.
Y voy a una boda!
Visto así, la cosa se complica un poquillo, no?
Y bueno, el poco rato que tengo libre estos días lo estoy dedicando a revisar mi armario, y sobre todo a ir de tiendas. Menos mal que estamos en rebajas, los precios se reducen. Pero qué mala época la de las rebajas para comprarse un vestido para una boda! Hay menos cosas que nunca, porque lo que venden, por regla general, es ropa de peor calidad y es mal momento. Y sí, la ropa de marca la puedes encontrar un poco más accesible, pero si es de marca-marca, aunque esté rebajada es cara.
A todo eso se une mi particular complexión, soy bajita y rellenita y mis pechos no caben en casi ningún sitio! No es que esté hecha un tonel, pero los vestidos bonitos los suelen hacer pensando en mujeres altas, delgadas, vamos, de bandera. No se acuerdan del resto de las mortales normalitas, como yo. Por decirlo de alguna manera.
Vamos, que tiempo para escribir aquí, poco. Muy poco!
Claro que esto de ir de tiendas me está haciendo moverme y caminar, y claro está que me va a hacer falta estar en forma!
Otra cosa, yo nunca he hecho un viaje tan largo de avión (eso ya lo dije antes), de modo que me gustaría ver alguno de esos cacharros por dentro. Y me pongo a buscar en Internet. Y no encuentro. A ver... alguien ha visto un Boeing 767-300 desde el interior? Alguien sabe cuáles son los mejores asientos para soportar el viaje? Cuando yo esté allí, pienso hacer fotos. Vaya que si!
Luego está lo del mal de altura, el desfase horario, las vacunas (cómo me repito) Bueno ya me las han puesto. Mi hijo el pobre se puso malísimo unos días. Yo todavía no. Esperemos que siga así la cosa.
Y leo cosas sobre Ecuador. Todas las que encuentro. Aunque seguro que al llegar allí, por mucho que haya visto el país me sorprende. De eso estoy segura.
Y lo contaré. Y pondré fotos del viaje. Espero.
Estoy deseando que empiece la aventura!
Y mi niño se casa...
Y ahora voy a ver qué puedo hacer con toda la ropa que he dejado encima de la cama, que ya va siendo hora.

12 enero 2008

TORTULEE


Me encargó mi hermana la maestra un cuento para leer en su colegio, ahora que está en marcha un proyecto para animar a los niños a la lectura. Me dijo: hemos hecho una mascota, se llama Tortulee, es una tortuga gigante como las de las islas Galápagos, que anda erguida con un libro en la mano. Y bueno, le hice el cuento. Y lo dejo aquí para no perderlo.

Por otra parte, ahora en lo que más pienso es en mi próximo viaje que ya se va acercando... A ver si me pongo a leer más yo también, que estoy de un dejao...

TORTULEE

Erase una vez una tortuga gigante que vivía en un bosque junto a un río caudaloso, y en el bosque tenía una casa donde guardaba muchos libros. Y era una tortuga mensajera. De vez en cuando, cuando en sus sueños un viento huracanado le traía la imagen de algunos niños tristes, ella cargaba su caparazón con unos cuantos de esos libros mágicos, y como era muy sabia, conocía el camino y se ponía en marcha. No podía Tortulee, que así se llamaba la tortuga, permitir que en el mundo hubiera niños tristes y aburridos, porque la sonrisa de un niño, para ella, era lo más importante.
En esta ocasión su viaje, aunque lento por la naturaleza de sus patas cortas, le llevó en un pispás hasta su destino, que no era otro que un pueblo manchego llamado Carrizosa, con sus casas encaladas, su plaza con su iglesia y su torre, y lo que era más importante para que una tortuga pudiera llegar a él: el río Cañamares, que a veces no lleva agua, pero en esta ocasión en el sueño de Tortulee había una tormenta, y la tormenta le acompañó y llenó el cauce del rio de agua clara y de peces, de muchos peces, con el consiguiente alborozo de todos los habitantes del pueblo.
Salió del agua con todo su cargamento y los niños alrededor la miraban embobados, preguntándose qué haría allí. Y entonces ocurrió la cosa más asombrosa del mundo: La tortuga se puso a hablar! Tenía una voz que se parecía al ruído de las gotas de lluvia cuando chocan contra las ventanas, cantarina y graciosa como ninguna.
Y Tortulee les habló de sus libros. De cómo las historias que contenían podían acabar para siempre con las tardes vacías y aburridas, de cómo leyendo podrían viajar por todo el mundo y conocer sitios fantásticos, de héroes y de hadas, y de gnomos del bosque, de príncipes y princesas, de...
Entonces mientras hablaba los libros iban saltando de su caparazón y se desparramaban por las calles, y los niños alborotados los iban recogiendo, y la tarde se convirtió en una fiesta silenciosa, porque todos se pusieron a leer por cualquier rincón, y reían, y lloraban de alegría, y sus ojos brillaban con una luz como polvo de estrellas, y entonces Tortulee dejó de hablar, porque ya nadie le escuchaba, y se dio cuenta de que su misión estaba cumplida.
Se metió en el río Cañamares otra vez, se tumbó en el agua boca arriba y dejó que la corriente le llevara tranquilamente de vuelta a su hogar. Y una sonrisa de muchos años adornaba su boca.

07 enero 2008

Y ya.




Se acabó. En estos momentos un avión surca los cielos y se lleva lejos a mi niño grande, y el pirata hace unos días que regresó a su isla, y se terminaron los días de champán y comilonas ( yo el champán no lo probé, es un decir, y las comilonas no sólo las comí, sino que las cociné...)
Mi cuarto ha estado ocupado estos días. Y hoy lo recupero, pero lo donaría otra vez gustosamente para que ellos vivieran en él más tiempo. Todo el tiempo, si hiciera falta, jopé!
Como siempre, viajando de allá para acá. Al pueblo y vuelta, a trabajar y vuelta, papeleos, pasaportes, mañana las vacunas, un mes de enero que pasará en un suspiro, se irá dando paso a una aventura, la más apetecible aventura. Porque las cosas pasan cuando menos te esperas, y algo que toda la vida te ha parecido imposible porque estaba lejos de tus posibilidades, de repente algo cambia y no sólo es posible, sino completamente irrenunciable, aunque no sea esa la palabra que quiera emplear. Es la que me sale. Un viaje a América? Si no tengo un duro! Imposible! Y al día siguiente buscas el vuelo en Internet, y te lanzas sin pensarlo, y ala, le das a un botoncito y ya tienes el billete. Sin más. La lotería? No me ha tocado nunca! Me han subido el sueldo? Qué va! Sigo cobrando algo menos de mil euros... Y entonces? Entonces nada, tenía que ser así, y así será. Inconvenientes? Ninguno! Como dice el dicho: Dios proveerá. Lo hará. Sea quien sea.
NOCHEBUENA.
Dos clases de cordero distintas, a la cazuela. Salsas. Aperitivos. Croquetas, de jamón y de pollo. Me pongo a hacer croquetas en el comedor, sentada en la mesa al calorcito del brasero. Antes he hecho una tarta de queso y moras que está enfriándose en la nevera. He hecho la masa de las croquetas en una sartén enorme, la he dividido en dos, he puesto cada mitad en una fuente y las he dejado enfriar un poco. Y ahora las estoy liando con toda la paciencia del mundo y de repente mi hermana sale a la galería y grita:
- Está lloviendo!
Bueno, yo sigo dando forma a las croquetas, porque aunque el techo se hunda, vive Dios que estarán todas hechas para la hora de la cena, faltaría más.
- Que llueve!- insiste- Que llueve aquí dentro! Y ahora qué hacemos?
Y efectivamente llueve en la galería. Hace un rato, cuando aún estaba yo en la cocina, oí que caía un granizo tan fuerte que pensé que la casa se vendría abajo. Y ahora llueve.
Tiene que venir mi cuñado y se pone a hacer agujeros en el techo con un destornillador, y cada vez que hace uno, cae una catarata de agua, porque se ha acumulado sobre la escayola y no hay más remedio que abrirle paso para que se vacíe la balsa que se ha formado arriba. Ponen barreños, cubos, va remitiendo el problema.
Por fin la curiosidad puede conmigo y salgo a ver qué pasa. Y es cierto. Llueve dentro de la casa!
Eso me recuerda algo...
Nunca se sabe. Pero en Nochebuena mis dos niños están conmigo, en mi casa del pueblo, que es la mejor casa aunque se caiga a cachos, y la cena será perfecta. Y estamos casi todos.
Después, en Noche Vieja, ellos no están allí, pero todo transcurre como todos los años, a las 12 tomamos las uvas, casi no me doy cuenta de lo que hago. Una por una me las como todas.
No puedo escribir. O estoy en el pueblo y no hay ordenata, o en Madrid y mis hijos acaparan el mío, y a mi me da igual, lo importante es disfrutar de ellos, y no hay tiempo, y el tiempo se pasa tan deprisa que cuando hoy estaba en el aeropuerto despidiendo al irlandés he caído en la cuenta de que apenas he notado cómo pasaban los días, que han sido como caminar por nubes sin apenas rozarlas.
Y ahora, ala, a por otro año.
Mientras por aquí sigamos, disfrutemos de esta vida loca...

02 enero 2008

2008


!!feliz año nuevo!!

A todos los que acierten a pasar por aquí, a todas vosotras y a todos vosotros.
Mis amigos!

2008

!!feliz año nuevo!!

A todos los que acierten a pasar por aquí, a todas vosotras y a todos vosotros.
Mis amigos!