06 agosto 2008

De noche




No diré nada. No estoy aquí. Me robaron. No diré nada y en realidad debería estar haciendo otras cosas, miles de cosas que están pendientes, que me tienen entretenida, que me tienen en un estar sin estar en realidad. No sé si vuelo o si me perdí en una nube, tal vez en la mitad de algún viaje, en medio del mar o en la última luz que chisporrotea cuando se apagan las luces. El mundo es lo que pulula por delante de mis ojos, lo que tengo dentro de la frente, lo que siento en el estómago cuando hace ruido, o hay tormenta, o llueve y huele a lluvia, a sol, a mar, a viento.
No diré nada porque no hace falta. Porque lo que es, está bien, y así es y de ninguna otra forma. Y en esa forma está presente, y tiene su esencia, y no hay tormenta esta noche, aunque no estaría nada mal. Es más, estaría muy bien.
Hace demasiado calor.
Qué color elegir para mi pequeña guarida?
Mi pequeño nuevo rincón.
Y cómo llegará hasta allí el olor de la lluvia...?

3 comentarios:

  1. Anónimo8:45 a. m.

    ¿Cómo que no dirás nada? cuenta...
    Te mando un poco de lluvia antes que el calor del día se la lleve. Cuenta de tu rincón, haznos un hueco, mujer...
    Besoss

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  2. Así estamos un poco todas...extrañas en nuestra casa...que es esta...aunque la tengamos abandonada...porque en cierto modo pertenecemos a este lugar

    Ya lo llenaremos de color, vaerda guapa????

    Muchos besossssssssssssss (desde el curro)

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  3. Eso, mariajo, hablanos de ese lugar...qué raras estamos todas ultimamente...pero estamos, a que si????

    Te dejé un comentario esta mañana desde el trabajo...se ve que señor blogger lo perdió por el camino...cosas de servidores (intermediarios de la blogosfera)

    besos para las dos (con un terral que acaba de entrar que no veas...)

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