21 mayo 2007

Córdoba, lejana y sola...



Había un gata blanca y preciosa que me miraba con un poco de aprensión, las orejas moviéndose alante y atrás, los ojos suyos muy fijos en los míos. La luz de la tarde, cálida y calma, se colaba cada vez más débil por la ventana, matizando los colores. Un airecillo suave acariciaba la estancia. Y sonaban rápidas las teclas del ordenador, palabras inundando la casa a través de Sioux, hermosa y morena como las mujeres que pintó Julio Romero de Torres.
Respirar a pleno pulmón, despacio, relajada, como hacía tiempo.
Las risas de ellas. Las voces de ellas.
El agua templada donde me dejé llevar. La luz de las estrellas atravesando la bóveda del techo.
Así como vivían entonces, al menos a ratos.
Al-Andalus.
Música árabe. Unas manos expertas recorriendo mi espalda. Abandono.
Agua. Agua.
Córdoba. Ni lejana, ni sola.
Un regalazo.

Córdoba, hermosa. Muuuuy hermosa.

6 comentarios:

  1. Que nadie se atreva a hacer un comentario jocoso acerca de esas manos!!
    jiji
    que el masaje en el Hammam nos gustó mucho mucho...

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  2. uhmmmmmmm que rico el masajito ...

    ahora lo de la gata , mejor habermelo ahorrado ...no puedo con ellos

    besote

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  3. Aunque me falten muchos por ver, Córdoba será mi lugar feliz del mundo.

    Besos y no sabes lo que me gusta que te haya gustado.

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  4. Lo, a mi los gatos tampoco me gustan, pero la gata de Siux nos respetó...se alejó elegantemente, nos cedió su lugar y eligió otro para habitar durante dos días.

    Mariajo...las manos que nos atravesaron eran mágicas...como el lugar...como Córdoba

    besitos y feliz regreso

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  5. Mariajo: A tí, he tenido la suerte de haberte podido disfrutar un día más :). Me encantó charlar contigo, que me contaras cosas, contártelas yo, y que te gustara mi sopa! :)
    Muak,Muak,Muak!.

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  6. Otro abrazo aquí, y un beso...

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