30 septiembre 2007

Fin de fin de semana.

Bueno, he sobrevivido al fin de semana mucho mejor de lo que pensaba. Han sido dos días un poco más tranquilos en el trabajo, lo que me ha permitido tranquilizarme un poco y no renegar todo el tiempo, e incluso he descubierto algunas cosas interesantes indagando por internet (cosa que está prohibidísima, por supuesto) . Es un poco incómodo ponerse a leer y que de repente una llamada te interrumpa de sopetón, pero algo es algo. Eso sí, no tengo acceso a los blogs desde la plataforma, sólo a algunas páginas.
Esta tarde, interesada por los acontecimientos de estos últimos días en Birmania, que por cierto es un tema sobre el que no deberíamos cerrar los ojos, busqué información sobre el país en google. Encontré unos diarios de viaje al país muy bien relatados, al margen de las noticias actuales. Un recorrido por el país a manos de unos viajeros privilegiados, que no sólo han viajado a Birmania sino a muchos otros lugares lejanos, deben estar en condiciones de permitírselo, cosa que resulta inalcanzable para otros (para mi, por descontado). En su página además hay otras secciones sobre literatura y otros temas. En fin, que los he enlazado, y espero que no les importe. La página en cuestión se llama " A contratiempo", y es muy recomendable, por si a alguien se le ocurre echarle un vistazo.
También hay fotografía, pintura, relatos, enlazan incluso con una "blognovela" (ya me gustaría a mi escribir una de esas...)

En fin, que al final, ha sido una tarde interesante, incluso con llamadas y todo, alguna increíble, como una señora que decía que tenía un número de teléfono incompleto y que quería saber las primeras cifras que le faltaban, aunque eso sí, no sabía a nombre de quién estaba, ni la localidad, ni nada de nada. Parecen creer que somos magos, o algo así...

Está la tarde gris y tristona, pero yo no. Estoy en casa!
Leyendo los cuadernos de viaje a Birmania he recordado que aún tengo pendiente el relato de mi periplo en la isla generosa, pero me temo que eso hay que hacerlo sobre la marcha, y ahora no me encuentro inspirada. En otro momento será.
Pero os contaré que a la vuelta del viaje fui al pueblo, y que la llegada fue espectacular, una luz increíble y extraña después de la lluvia, cerca del anochecer, y un arcoiris precioso que se convirtió en dos cuando estábamos llegando, por la carretera recta y larga, la iglesia del pueblo recortándose al fondo. Y yo haciendo fotos muy deprisa, tan deprisa como mi hermana conducía el coche, de forma que era casi imposible fotografiar nada. Qué pena no haberle pedido que parase...

5 comentarios:

  1. A lo mejor iba tan deprisa para ver si encontraba el final del arco iris donde el mundo parece ser feliz como esos muñequitos de no sé que anuncio...

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  2. No te quejes que la foto es una preciosidad, momentos mágicos para captar.
    Pues sí, nos resignamos a viajar en blog, mejor eso que nada, así gracias a tu isla genrosa he estado allí un poco.

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  3. Sí terribles noticias llegan desde Myanmar, antigua Birmania. Esperemos que todo se solucione pronto y bien, y llegue la democracia a un país tan lejano pero con gente noble, humilde y trabajadora que no se merece el gobierno que tiene.
    Gracias por pasarte por mi casa.
    Un beso.

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  4. Eres una artista con la cámara, nena, haces unas fotos tremendas!.
    Visitaré la página q dices y creo q tocará seguir escuchando malas noticias de aquel país durante bastante tiempo, lametablemente, y ver como nadie hace nada. La historia de siempre!.

    Besazos de lunes, guapa!

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  5. Hija no se qué ha pasado que he tardado tanto en venir a verte... si al llegar encuentro un arco iris ¡qué maravilla!

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