17 junio 2006

Viernes noche






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Hoy había pensado viajar, pero al final no lo he hecho. Me he quedado en casa. Las horas pasan y él no ha venido. He tenido un dolor de cabeza odioso. He trabajado siete horas. Siete horas al teléfono hablando con desconocidos. Pienso y pienso y trabajo sin ganas, como si estuviera ausente. Y en realidad lo estoy. No estoy allí, en ese espacio claustrofóbico que es mi cárcel. Esa nave grandota de dónde no puedo salir en siete u ocho horas. Desde la ventana se ve Madrid por todos lados, es un piso alto. Se ve de lejos, como lejos estoy yo.

He dormido poco. No sé por qué estos días estoy durmiendo poco, no sé si será la primavera. Me despierto y quisiera estar dormida. Pero el sueño no vuelve.

Y pienso y pienso qué estoy haciendo con mi vida. Esta vida mía, la única que tendré, a no ser que sea cierto que podemos reencarnarnos una y otra vez, hasta que alcanzamos la perfección, yo no niego nada, ni afirmo nada, no puedo. Ya llegará el momento y entonces todos lo sabremos. O no sabremos nada.

Parece que estoy triste. Sí, ¿verdad?. Estoy un poco mustia, porque me echo de menos. ¿Dónde me habré metido, dios mío?

Y por qué vivo aquí, y no al lado del mar en un pueblecito blanco y tranquilo, que es lo que realmente me gustaría hacer ahora. Lejos. Lejos. Donde se pueda ver el cielo limpio, y la luna enorme y llena de luz en la noche. Y las estrellas nítidas y multitudinarias, como si el cielo fuese un vagón de metro en hora punta. Y tal vez mi espíritu ya esté allí, y por eso siento este extraño vacío dentro, este vacío que nunca había sentido, esta ausencia de alma. Y tendré que correr a su encuentro, a mi encuentro, antes de que la pierda para siempre.

No es bueno perder el alma.

No es bueno.

Lo sé, porque la he sentido cerca toda mi vida, y me ha hecho pasar muy buenos ratos. Y eso es decir poco.

He vivido. He gritado por dentro. Y al viento.Me he agarrado con fuerza a esos años en que todo se descubre, se goza, se paladea...

Se supone que tiene que ser así siempre, pero me estoy dando cuenta de que no es tan fácil.

Que si te pasas tiempo y tiempo protegiéndote, al final se alza una muralla infranqueable y compacta entre tú y el mundo, una muralla casi imposible de franquear. Y yo , cuando tenía alma, nunca había sido así. Siempre me he lanzado al vacío sin paracaídas, en picado, sin mirar las consecuencias. Pero se van acumulando reveses, y llega un momento en que uno va y puede contigo, y pierdes el norte y encuentras el miedo.

Y hay que superarlo y ganarle la partida.

Y yo estoy en esa lucha, y me está costando ...



10 comentarios:

  1. Malas temporadas Mariajo, piensa q son solo eso.
    Tú sigues ahí, tu todo, tu alma, tus ganas, pero hay veces en q lo malo puede contigo, y no puedes ver nada más q lo q está delante de tus narices en ese momento. Te puede la apatía, la tristeza y estoy segura q la soledad.
    Pero tienes q ser consciente de q solo son momentos, y luchar pq sea así niña, pq efectivamente, esta vida, exista o no la reencarnación, la tienes q vivir de la manera más intensa y feliz posible.

    No te dejes mariajo, q quedan muchas cosas; y de los muros q levantamos... comprobado está q para lo único q valen es para aislarte, no para protegerte.

    Un besazo preciosa

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  2. Gracias, mi niña Cobre. Tienes razón, son malas temporadas, quizá solo malos momentos. Y sí, los muros solo sirven para aislarte, y protegerse es una tonteria, te pierdes muchas cosas.
    Bueno ya es de dia y luce el sol, y hay que empezar con ganas...
    Un besote.

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  3. Los muros no son malos, siempre.

    Conviene, eso sí, dejar una puertita, aunque sea una chiquita; y tener a mano siempre la llave, para abrirla de par en par y que entre la luz, o el olor del mar; o ese gatito golfo que se había ido a pasar la noche fuera, en los tejados. Para abrirla cuando apetezca y salir un rato, dar una vuelta, tomar una cerveza fría, irse al cine, mirar...

    Ánimo. Seguro que es el puto tiempo. Las nubes, las tormentas que no acaban de llegar.

    Un abrazo...

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  4. Mira fnaranjo, ahora ya llegó la tormenta, y me he dejado las puertas abiertas de par en par, y entra un aire muy rico...
    Y los truenos están empezando a hacer ruido alrededor.
    Muchas gracias, don F.

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  5. Cuando tejemos una red,
    y la lanzamos al cielo
    para pescar estrellas
    y nos cae encima vacía
    enredándonos sin las luces queridas.
    Cuando nos quedamos inmóviles
    vacíos, enredados
    detenidos nosotros solos
    pensando qué falló
    sin darnos cuenta de que,
    para disfrutar de las estrellas,
    no nos hacen falta redes,
    entonces, nos disolvemos en luz
    escapando entre el tejido
    para convertirnos en una más.
    Como siempre fue.

    De un pescador que quiso
    Tener todo el cielo.

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  6. Mariajo, tu alma está contigo, y el muro ...bajito. No nos ves??? ;)))
    Besos

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  7. Ferfo: poeta, tal vez tengas razón, y no hay más que escaparse entre los hilos y alcanzar un puntito de luz.
    Pilar, sí, ahora que lo dices, muy alto no parece el muro...Ahí detrás si miro me doy cuenta de que no es tan difícil atravesarlo de un salto.
    Besos. Y gracias.

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  8. TE digo igual que Pilar, ¡aquí estamos! Mucha gente para lo que necesites, para llorar contigo, para chillar contigo, para reir contigo :).

    Un beso.

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  9. Muchas gracias Maru!
    Un besazo.

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  10. Creo que he llegado cuando todo está abierto con estrellas y soles a la vez.
    Mmmmm tenemos que pasar estos momentos para apreciar mucho más los otros, siempre sale el sol.

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